

San Juan Stone (1539)
Según el parlamento inglés, el rey era la cabeza suprema de la iglesia en Inglaterra; este hecho quedó oficializado para todos los súbditos de la corona del cisma entre la Iglesia Católica y anglicana. Para los pobladores de este país, existían tres posibilidades: jurar fidelidad al rey y abandonar la vida religiosa, refugiarse en el extranjero o afrontar la cárcel con la viabilidad de llegar a la muerte. Yo, como padre del convento agustiniano de Canterbury, no me sometí a


San Guillermo de Malavalle (1157)
Había nacido en Francia y era de noble linaje, me gustaba peregrinar como penitente a muchos santuarios y que, al regresar de una visita a Tierra Santa, busqué un lugar solitario en la región de Toscana (Italia) en el que pudiera terminar mi vida apartado del mundo en dura penitencia. Escogí la soledad de Malavalle, cerca de Castiglione della Pescaia en la provincia de Grosseto, donde pasé mis últimos años en oración, silencio, ayuno y ásperas mortificaciones hasta 1157, año


Beato Juan Bueno (1249)
Nací en Mantua (Italia) en torno a 1168. No tuve padre, abandoné sobre los 16 años de edad a mi madre y estuve vagando como arlequín por varias regiones de Italia; pero encontrándome gravemente enfermo hacia el año 1209, propuse mudar de vida y hacer penitencia de mis pecados. Recobraba la salud, comencé enseguida a cumplir mi promesa, viviendo primero como solitario, cerca de Bertinoro, y desde 1210 hasta más o menos 1249 en otro lugar más apartado llamado Butriolo o Budrio,


Santa Magdalena de Nagasaki (1611 – 1634)
Nací en Nagazaki, ciudad de Japón. Mi infancia la compartí junto a fervientes cristianos pero
por mi fe católica, mis padres y hermanos fueron condenados a muerte mientras yo era joven. En 1624 conocí al padre Francisco de Jesús y Vicente de San Antonio, dos agustinos recoletos
que llegaron a Japón unos meses antes. Frente a Dios, fui consagrada como terciaria agustina
recoleta.
Enseñé el catolicismo a niños y pedí limosna a los comerciantes portugueses para apoyar a los


Beato Gonzalo de Lagos (1306 – 1422)
Fui un sacerdote nacido en el país de Portugal, alrededor de 1360. En mis comienzos como pescador visité las Iglesias agustinianas de Lisboa, es allí donde sentí el llamado a la vida religiosa, el llamado a ser un servidor de Dios y a sembrar sus enseñanzas en quienes no han llegado a Él. Fui uno de los beatos más apreciados por mis labores de enseñanza de la fe a personas trabajadoras, sencillas e ignorantes pero más que todo por mi entrega al trabajo pastoral, la cura de al